Agua-Marina
Que afortunado es el mar ...!
que abraza tu cuerpo de mujer,
juguetea con tus cabellos ondulados,
y entre caricias te lleva sobre sus olas.
Que afortunado es el sol ...!
que ilumina tu rostro de niña, y
con radiantes besos dora tu espalda,
secando de la suave piel el agua marina.
Que afortunado es el viento ...!
que susurra poesías en tus oídos, ¡Ah!,
brisa traviesa, cómo agita el vestido, el pelo,
y de tu boca lleva lejos, muy lejos tus risas.
Que afortunados el mar, el viento y el sol...!
Que afortunado yo por haberte conocido y ser tú amigo.
Francisco Valdés de la Torre
Memento Audere Semper