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domingo, 23 de octubre de 2011

Juramento Hipocratico y Día del Médico en México


¿Por qué se celebra el 23 de octubre a los médicos en México?

El 23 de octubre se celebra en México el Día del Médico, la razón para recordar a los galenos en este día tiene su antecedente en un 23 de octubre de 1833 en que fue fundado, en la Ciudad de México, el "Establecimiento de Ciencias Médicas" por el Dr. Valentín Gómez Farías, a la sazón Ministro de Educación, siendo el primer director del establecimiento el Dr. Don Casimiro Liceaga, este fue uno de los seis establecimientos de educación superior que sucedieron a la "Real y Pontificia Universidad de México" de la época virreinal dependiente de la corona Española.
Así pues, cada 23 de octubre los hospitales y las escuelas de medicina del país hacen un  paréntesis en las actividades cotidianas para dedicar sesiones, ceremonias, homenajes, y comidas a los médicos, el personal de los hospitales realiza festejos y los pacientes y familiares felicitan a sus médicos, así ha nacido esta celebración que da oportunidad a la comunidad para agradecer los servicios y beneficios que la profesión médica aporta cada día a la sociedad y a la humanidad.
Cierto es que el ejercicio de la medicina ha cambiado a través del tiempo desde épocas en que aún se fundamentada en los textos de "Corpus Hipocraticum", los de Galeno y Avicena, y posteriormente con las aportaciones de la ciencias afines a la medicina, como la fisiología, la bioquímica, la farmacología, la microbiología, la anatomía, Etc. y el desarrollo tecnológico que ha aportado un gran número de recurso, el ejercicio de la medicina se ha modificado sustancialmente en el último siglo. Esto y las especializaciones médicas, que por lo extenso del conocimiento ha hecho necesario de surgir para que un médico individualmente pueda llegar a dominar un área determinada del saber médico llevando la fragmentación del conocimiento a una "fragmentación" del individuo enfermo con la consecuente sensación de des-personalización de des-humanización que en ocasiones experimenta el paciente.
Desde la antigüedad  también en la práctica de la medicina existen lineamientos éticos que dirigen las acciones médicas, que norma la relación médico-paciente y eso, la ética médica es algo que no tiene por qué cambiar, ya que los actores de este drama continúan siendo el paciente y su familia de un lado y el médico del otro. Encontramos en el "Corpus Hipocraticum", compilado 300 años A.C. en la biblioteca de Alejandría, uno de los códigos de ética médica más antiguos, El Juramento Hipocrático, que se hacía tomar a los aspirantes a médico y que mantiene vigencia hasta nuestros días siendo el espíritu que le anima: la beneficencia, la no maleficencia y la justicia hacia el paciente y su familia.
Vale la pena en este Día del Médico recordarlo, como un refrendo a la vocación de servicio y ética médica  que estoy seguro existe en la mayoría de mis colegas.

Juramento Hipocrático

"Juro por Apolo Médico, por Esculapio, Higea y Panacea, y por todos los Dioses y Diosas, a quienes pongo por testigos de que cumpliré, lisa y llanamente, con todas mis fuerzas e inteligencia el siguiente juramento y obligación escrita: Tendré a mi maestro de medicina en el mismo lugar que a mis padres, partiré con él mis haberes y, si necesario fuere, yo proveeré a sus necesidades, a sus hijos los tendré como a mis hermanos, y si ellos quisieren aprender el arte de curar se lo enseñaré sin paga de ningún género y sin obligación escrita: instruiré con preceptos, con lecciones orales y con los demás medios de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los demás discípulos que se me unan por convenio y juramento, conforme esta determinado en la ley médica, y a nadie más. Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechoso, según mis facultades y mi entender, absteniéndome de cometer todo mal y toda injusticia. A nadie daré veneno, y si alguno me propone semejante cosa, no tomaré en consideración la iniciativa de una tal sugestión. Igualmente me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No haré la operación de la talla, sino que dejaré esta obra a los maestros que de ella se ocupan. En cualquiera casa que yo entre lo haré para utilidad de los enfermos, absteniéndome de toda falta voluntaria y de toda acción injuriosa o corrupta, y, sobretodo, de la seducción de las mujeres y de los jóvenes, ya sean libres ya esclavos. Cualquiera cosa que yo vea, oiga ó entienda en la sociedad, sea en el ejercicio de mi profesión o fuera de él, y que sea conveniente que no se divulgue, la guardaré en secreto con el mayor cuidado, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos. Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente de mi vida y de mi profesión, honrado siempre entre los hombres; y si lo quebranto y soy perjuro, que caiga sobre mí la suerte contraria".


Hipocrates de Cos


¡Felicitaciones a todos los médicos en este día!



Francisco Valdés de la Torre
Memento audere semper.




México, MMXI

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