El 23 de octubre se celebra en México el
Día del Médico, la razón para recordar a los médicos en este día tiene su
antecedente en un 23 de octubre de 1833 en que fue fundado, en la Ciudad de
México, el "Establecimiento de Ciencias Médicas" por el Dr. Valentín
Gómez Farías, a la sazón Ministro de Educación, siendo el primer director del establecimiento
el Dr. Don Casimiro Liceaga, este fue uno de los seis establecimientos de
educación superior que sucedieron a la "Real y Pontificia Universidad de
México" de la época virreinal dependiente de la corona Española.
Así pues, cada 23 de octubre los
hospitales y las escuelas de medicina del país hacen un paréntesis en las actividades cotidianas para
dedicar sesiones, ceremonias, homenajes, y comidas a los médicos del país.
Quiero por este motivo compartir este día un pequeño escrito sobre el tema.
Expectativas del Paciente Respecto al
Médico.
(Conversación entre el Dr. R. Peimbert,
Dr. I. Cancino y el escribiente)
Los siguientes son conceptos y
reflexiones entresacados de una charla que tuvimos el Maestro Peimbert, nacho y yo,
por la tarde al término de la consulta cada vez más escasa, en la sala
de espera del consultorio que compartimos en las calles de Zacatecas de la
añeja colonia Roma, de pronto se me ocurrió preguntarles:
“¿Qué es lo que esperan los pacientes hoy
día del médico que los atiende en las instituciones médicas?
Sabiduría.
Que el médico sea sabio, que sepa lo que esta haciendo, que este
actualizado en las mejores técnicas de diagnostico, de la cirugía y
tratamientos, no solo los últimos y más modernos sino en los mejores y que los
sepa aplicar y los aplique cuando así sea necesario hacerlo.
Pulcritud y Limpieza.
En su persona y en su vestimenta. Esto
debe hacerse desde la residencia, se ve en algunos hospitales como los médicos
residentes lucen impecables, hasta parece que los escogen. Que esté
estrictamente prohibido echar taco en el consultorio. El médico debe reflejar
limpieza en todas sus acciones.
Prontitud en la Atención.
Que lo que haga lo haga con una presición
matemática, presición en las acciones de diagnostico y presición en el
tratamiento, por supuesto la indicación quirúrgica y la cirugía deben ser
igualmente precisas. Que la referencia a los servicios sea expedita.
Humanismo.
Que se interese en el paciente como ser
humano, hay que recuperar el humanismo que se observaba en el médico formado en
la antigua escuela de medicina y en el Hospital General, el humanismo nacido
con la ilustración y revolución francesa con los ideales de libertad, igualdad,
fraternidad. Esto se perdió con los nuevos programas de estudio anglo-sajones
donde los norteamericanos nos vendieron la idea de las especializaciones, ahora
el medico sabe mucho de poco y ha perdido la visión integral del ser humano. Al
perder la clínica ahora el médico quiere
que el diagnostico se lo de una máquina, o un estudio.
Comunicación.
Que informe al paciente sobre su
enfermedad, que aclare sus dudas, que le diga todo sobre su enfermedad sea lo
que sea, sin amarillismos, que no actúe como cierto médico que le dice al
enfermo: “le tengo dos noticias una buena y una mala… la buena es que ya
sabemos lo que tiene, y la mala que lo que tiene es incurable…”. El enfermo
viene al médico con la esperanza de curarse ó por lo menos aliviar su
sufrimiento.
Calidez.
Si a todo esto el médico le agrega
modales finos y buen trato el paciente tendrá la impresión de haber recibido
una atención de primerísima calidad. Si el médico agrega interés y calidez
estará siendo él mismo más humano y no una máquina ya que la condición de
paciente es horrenda mi doctor!, sobre todo cuando el trato es inhumano y hay demora
en las acciones médicas.
Colofón
Nomás me quede pensando… me parecieron razonables estas
consideraciones, no parece mucho pedir, en verdad eso mismo es lo que uno
querría para sí mismo o para alguno de nuestros seres queridos en caso de estar
en tal situación...
Felicidades a mis muy queridos colegas y compañeros por el día del médico!
Muy atinada reflexión. Feliz día del médico.
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